La casa de la montaña

oculta como un perro con rabia,

donde está siempre El como destino,

con una tormenta sobre su cabeza.

Este es momento de exceso:

O todo, o nada.

 Mi angustia

es más verde que el hielo,

me aferro al agua.

 Como 2 versos encadenados

mis brazos se rompieron,

formando una melodía

en 4 tonalidades.

 Mis piernas se volvieron

ligeras e infinitas.

 Mas tus ojos

detuvieron el tiempo,

pintando un cuadro metafórico.

 De nuevo la vida,

o la exactitud de los poemas.

 Pero el amor es posible,

es posible,

a pesar del raciocinio.

 Mientras que el arte

se intercala,

 entre tus libros y tus musas.

 Mas el poeta

SIEMPRE VIVE.

@SaraRiveraGome2