![]()
Divisabas el azul del cielo
mientras que nadie,
podía presagiar
tu fatal destino.
No fue justo:
Lo sé.
Pero a veces
las personas se ciegan
como lobos sin cabeza,
víctimas del fanatismo
y de la ignorancia,
disfrazando sus actos
con azúcares envenenados.
Más pasaron días, horas, minutos…
En aquellas estancias lóbregas
vacías y arrogantes,
testigos de la ceguera,
de la ceguera en sordina.
Y allí yacieron
El Zar Nicolás y su familia,
esperando que algún día
alguien recuerde ,
y rememore,
su injusticia eterna.
@SaraRiveraGome2












