
Las penas con pan, son menos. Y el confinamiento se lleva mejor con un par de huevos fritos. Comida sencilla y barata que suele gustar bastante al personal.
Un ejemplo cómo otro cualquiera de los pequeños placeres, haberlos haylos, que pueden hacer más llevadera esta sobredosis hogareña. Todo está en el ánimo con que afrontemos todo esto.
Mucho ánimo y mucha suerte.












