No pretendo glorias ni alabanzas,

no pretendo abrir el cielo

para remendarlo

 con hilos fluorescentes.

 Todavía hoy,

navego por constelaciones inciertas.

 Nubes de melancolía

moldean mis manos.

 Paseo por lugares desiertos,

ciñendo mi estandarte,

tocando sueños.

 Mas vislumbro un horizonte,

repleto de pétalos renacidos

 Absorto y hechizado

por diminutos fragmentos,

que colman de felicidad

los parajes abovedados.

 He de escribir en tu mundo

una historia indeleble.

 Marcar a fuego tu corazón

sobre cenizas,

cenizas de luz y anhelos.

 ¿Es posible aún,

que las dudas pululen por tus entrañas?

 ¿Es posible que la nada,

oculte tu raciocinio

bajo las sombras del alma?

 Errante y disperso

entre un crisol de alternativas

te entrego mi cítara,

forjada a la sombra del limonero.

 En esta fugaz despedida,

una brújula de hielo

marcará tu destino.

 Desprendido de todo hálito de vida

desapareces,

entre los azules violáceos de los crisantemos.

@SaraRiveraGome2