
De ternera, por supuesto. Entre las múltiples zarandajas con que los modernos inquisidores nos pretenden meter en el cuerpo el miedo primero y la culpa después, está el demonizar el consumo de carne.
Hace tiempo que he dejado de discutir con esta gente porque respeto que piensen cómo quieran y que coman y dejen de comer lo que les de la gana, que yo haré lo mismo.
Y para muestra un botón, aquí os presento el pepito gigante de ternera, con Cruzcampo en este caso.
Y con vegetales, por aquello de poner una vela a Dios y otra al Diablo.

@joseraigal











