
Creo que la primera vez que recuerdo haber leído daguerrotipo en una novela fue con García Márquez en Cien años de soledad, pero puedo equivocarme porque desde entonces han pasado va para cuarenta años o así.
Los tiempos ahora menos barrocos y mágicos apuestan por la sencillez minimalista, el proceso fotográfico va en miles de millones de bolsillos empotrado en teléfonos y la palabra referente popular de la fotografía es selfie.
Cada época tiene sus claves, sus pecados y sus virtudes, pero es bueno que todo lo que nos evoca sensaciones positivas nos acompañe siempre, al menos en la memoria si nos hace bien.












