
Cuenta una antiquísima tradición egipcia del tiempo de los faraones, (más que tradición era una auténtica creencia), que, lo que era dicho en voz alta, se convertía en realidad.
Así, hacían conjuros para hacer el bien o para conseguir un mal, según las necesidades del momento. Primero lo escribían en papiro con los símbolos jeroglíficos y después lo leían de viva voz, para lograr el resultado que querían obtener.
Los antiguos egipcios conocían bien el poder de la palabra y creían ciegamente en ello, como si fuera una magia inevitable.
En el Libro de los Muertos, Cap. LXXX se dice:
“Mis pensamientos son los grandes encantamientos mágicos que salen de mi boca”
Me viene a la memoria El papiro de Saqqara de Pauline Gedge.
La novela histórica es mi género literario favorito y las ambientadas en el antiguo Egipto son mis preferidas.
Hoy, vamos a hacer conjuros como los antiguos egipcios: los escribimos primero y después los leemos de viva voz para que se hagan realidad. Por supuesto, serán conjuros benéficos, no temáis. Por mi parte, no ha lugar para otra cosa que no sea desear el bien en este Universo maravilloso que nos ha tocado vivir.
—ooo—
Todo aquello que deseo, necesito o me es útil en mi vida
Viene a mí, fácilmente y sin esfuerzo,
En el mejor momento para mí,
Superando siempre mis mejores expectativas.
Anónimo.
—ooo—
Que el sol te traiga nueva energía cada día.
Que la luna restaure tu ser suavemente por la noche.
Que la lluvia te limpie de preocupaciones.
Que la brisa sople nuevas fuerzas en tu ser.
Que camines tranquilo por el mundo
Y aprecies su belleza todos los días de tu vida.
Oración Apache.
—ooo—
Yo decreto, aquí y ahora, hacer reinar permanentemente el amor, la paz y la alegría en mí y alrededor de mí, para mi más alto bien y el más alto bien de todos y del Universo.
Wayne W. Dyer, 1940 – 2015.
Psicólogo y escritor motivacional estadounidense.
Autor de obras como Tus zonas erróneas.
—ooo—
Reflexión: Vaya super poción mágica de conjuros al estilo de los antiguos egipcios que hemos recopilado hoy.
Ya sabéis: tenéis que pronunciarlos en voz alta para que se hagan realidad.
—ooo—
Otras pociones mágicas se quedaron en el tintero:
Agradecido por todo lo que recibo del Universo,
compruebo que mi vida, cada día, va mejorando en todos los aspectos: salud, felicidad, trabajo, familia, relaciones sociales, relaciones de pareja, en todos los ámbitos…
Elijo disfrutar de las cosas buenas de la vida.
Elimino de mi mente todos los pensamientos limitantes y barreras que me impiden lograr lo que me propongo.
Me permito ser todo lo que puedo llegar a ser.
Doy gracias a la vida.
—ooo—
Me siento feliz y agradecido y me permito disfrutar de todas las cosas buenas que recibo de la vida.
—ooo—
Elijo sentirme alegre y feliz, sano y saludable, optimista y lleno de entusiasmo por las cosas y por las personas que me gustan y me apasionan, vital y lleno de energía, agradecido y bendecido por el Universo y me hago responsable de mi propia vida.
*****Ahora, lector – lectora, te invito a crear tú mismo – misma tus propios decretos personalizados con tus propios deseos, cargados con tu propia energía. Ya me contarás.
@Gemitax1











