Miradas furtivas: Galiana pause

Somos almas que tenemos un cuerpo, y nuestro cuerpo es una máquina a la que hay quien fuerza demasiado, la pone al límite y la pasa de revoluciones, como hace cada día Galiana.

Galiana es sinónimo de productividad, de horas al teclado, al cuaderno, al móvil, a la cámara… siempre exprimiendo su creatividad como si fuese un limón. Poco sueño, mucho trabajo en un no parar constante.

Hasta que la máquina dice «hasta aquí». Y toca taller, toca reparación, dejar que el engranaje se enfríe y, en ocasiones, dejar que los mecánicos hurguen en los entresijos, busquen donde se ha producido la avería y la reparen.

Es lo que ha sucedido esta semana. Galiana en su interminable travesía se encuentra por ahora en el dique seco. Si hoy buscabas su columna de opinión, lamento haberte defraudado pero esta semana me toca hacer horas extras y sustituirla, momentaneamente, por supuesto. En breve, muy probablemente, estará incendiando el clima político de nuevo con sus críticas incisivas e insobornables.

 

@JoséRaigal

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About Galiana

Escritora, bloguera, podcaster, enamorada de todo lo que huele y sabe a Cultura
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