Sartre y Camus enredaron lo que no está escrito con la cuestión de la libertad humana y la capacidad de elegir. En la foto una rotonda nos da la oportunidad de meternos en un círculo vicioso sin fin o tomar por alguna de sus salidas, simple paradoja del libre albedrío que nos lleva, lo queramos o no, a ser eternamente libres y responsables de nuestros actos. Habrá matices por las presiones del entorno, pero siempre nos queda la última palabra entre una gama de alternativas más reducida o más amplia. No se puede eludir la responsabilidad individual echándole la culpa al empedrado.

@JoseRaigal