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Los horizontes de Madrid siempre combinan entrañablemente la obra del hombre, esos edificios ya antiguos y ya historia, con la fuerza de la naturaleza en esos cielos amplios y majestuosos que cubren mi ciudad. Adicto al asfalto como soy, me dejo embriagar por nubes húmedas que se extienden protectoras.

@JoseRaigal












Muchas felicidades, José.
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Igualmente, por la parte que te toca de padre, Javier 😉
Gracias. Un abrazo.
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