Realmente no sé si es anónimo o no. Pocas mozas he visto surfeando en tablas de skate en Madrid, donde sabéis que tomo casi todas mis fotos, así que si los azares del destino quisieran que la joven que fue involuntaria protagonista de este post, o alguien que la conozca bien, llegar a recalar en esta página es muy probable que la reconozcan.

No daré datos de donde robe este posado relajado, sólo diré que compartimos viaje esta señorita y yo, sin dirigirnos la palabra y muy probablemente sin que ella reparase en mi existencia, hasta la Plaza Colón de Madrid, donde la chavalería que tira de tabla para cortar los vientos tiene uno de sus teatros de operaciones más clásicos.

Yo le he pixelado la cara, cómo si eso sirviese para preservar su intimidad, pero no me he resistido a publicar esta foto.

@JoseRaigal