La combinación explosiva. Mezclar pastillaje relajante con alcohol agitado, no removido, ayuda a pasar las lumbalgias que da gusto (la fotografía tiene un tiempo, ahora estoy fenomenal, ergo… funcionó). Si además, para los momentos de sobriedad y lucidez entre pelotazo y pelotazo, se tiene a mano un libraco como el de Galiana y Meri, mejor que mejor.
Como digo, la terapia funcionó, vaya si funcionó… aunque recomiendo que no lo hagáis cuando estéis sin nadie en casa, que luego pasa lo que pasa y las reclamaciones al maestro armero 😉
@JoseRaigal












