Las elecciones Andaluzas no pueden tapar los líos que tienen Montoro y su despacho donde se superan con creces las puertas giratorias.
Por partes, que lo de Montoro hay que explicarlo despacito para que todos nos entendamos.
El Ministro de Hacienda fundó en 2006 un despacho llamado Equipo Económico. Dicho despacho está siendo investigado por la Fiscalía Anticorrupción porque en 2008 firmó dos contratos de asesoría por valor de dos millones de euros con la empresa pública Madrid Network, sostenida con fondos de la Comunidad de Madrid, la Cámara de Comercio y la patronal CEIM. Montoro ya no estaba cuando se firmaron estos contratos, casualmente se fue de la empresa unos meses antes que ocurrieran los hechos ahora investigados.
El presidente por aquel entonces de Equipo Económico era Antonio Beteta. En el tiempo en el que se produjo la firma este individuo era Consejero de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid, actualmente es el Secretario de Estado de Administración Pública, para que todos nos entendamos el segundo de a bordo de Montoro. Una pregunta ¿Cómo la Comunidad de Madrid contrata a una empresa que anteriormente había estado vinculada con el Consejero de Hacienda de Madrid?
De momento un Ministro y un Secretario de Estado de dicho ministerio estaban al frente de una empresa investigada por Anticorrupción, pero sigamos, que no se acaba todavía.
Ricardo Martínez Rico es socio fundador del despacho, hasta ahí todo correcto, pero… fue Secretario de Estado de Presupuestos y Gastos bajo la batuta de Montoro en el Gobierno de Aznar.
Por si nadie lo ha notado tenemos tres tipos Montoro, Beteta y Martínez Rico que van y vienen entre lo público y lo privado cuando les conviene. Alguien podría decirnos que la gente tiene que comer una vez se deja la vida pública, pasado el tiempo estipulado por la ley uno se puede dedicar a lo privado, pero no es el caso porque Equipo Económico continúa abierto y firmando contratos con lo público, y quienes se colocan al frente unas veces están en el Ministerio y otras en el despacho privado. Con todo esto podríamos colocar encima de la mesa el delito de tráfico de influencias, pero no vamos a hacerlo porque Montoro es un señor muy limpio que jamás de los jamases estaría implicado en tramas de corrupción y esas cosas, ya que ese gorro lo calzan otros.
Anticorrupción investiga el gabinete de abogados creado por Montoro al que se ha adjudicado por el procedimiento “negociado sin publicidad” un contrato de 69.252 euros en julio de 2009. Para que todos nos entendamos, se le dio a dedo un contrato por “la elaboración de los estudios” para la “aplicación práctica de la normativa que desarrolla la Ley de Dependencia de la Comunidad de Madrid”.
Por el mismo procedimiento se le encargó otro estudio para la elaboración del Libro Blanco para la Internacionalización de las empresas madrileñas por un importe de 35.000 euros.
Y por si esto ya no fuera motivo para que la dimisión de Montoro estuviera encima de la mesa, hay un contrato que se hizo con Arturo Fernández, el entonces presidente de la CEIM, que le encargó Beteta.
La Fiscalía Anticorrupción tiene para estar entretenida un ratito, y mientras tanto Montoro continúa persiguiendo a supuestos defraudadores de Hacienda en el mundo de la cultura por llamarle de todo menos bonito.
Galiana












Y con este mangante, ¿qué hacemos?
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Nosotros nada él va hacer lo que le dé la gana
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