Pisamos cada día sobre accesos al inframundo urbano sin prestarles atención. Pero si una de esas tapas de alcantarilla o similares se abriera y nos deslizáramos a través de ella, entraríamos en un Hades cercano y desconocido que creemos conocer pero nos depararía mil sorpresas. Todo lo que sabemos de esa ciudad subterránea bajo nuestros pies, en la mayoría de los casos se debe a las películas. Errónea en su mayor parte, sirve para tranquilizarnos sobre ese más allá tan próximo.
@JoseRaigal













También hubo en sus momentos, la guerra de los colores, qué ridículos fueron en gastar dinero en pintar las tapas…
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un toque technicolor siempre es de agradecer en medio del gris de las aceras… aunque no recuerdo, debió ser en la etapa en que viví en Coslada, amigo Javier 😉
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