No sé si es que somos muy conspiranoicos, pero nos rechina y mucho que de repente todos los corruptos del PP entren en Chirona con todo el ruido mediático al que nos tienen acostumbrados en Génova, el cual fluctúa a conveniencia de los mandados de Arriola a la caverna mediática.

Empecemos por determinar los elementos que podrían formar parte de nuestra conspiración.

De un lado tenemos a todos aquellos que han entrado en prisión acusados de ser Golfos Apandadores. El último en ver las rejas cerrarse tras su paso ha sido el capo Carlos Fabra, y eso que parecía que tras más de 11 años de juicios y demás eso nunca iba a suceder. Suponemos que su hija Andrea habrá vuelto a soltar por su boca un “¡que se jodan!”

Por otro lado tenemos que en el PP han admitido por boca de Rajoy, de una puñetera vez, que la corrupción existe entre sus filas. Cierto que la asunción es en plan “hilillos de plastilina” pero al menos es reconocer la existencia de la Cueva de Alí-Babá con domicilio en la calle Génova de Madrid, lo cual llegados a esta altura de la película es más de lo que cabía esperar.

Imputados por corrupción, un partido lleno de ellos, añadamos el elemento de un juez y parafraseando al Señor de los anillos, un juez para juzgarlos a todos.

El Juez Ruz ocupa la plaza de Garzón, lo que significa que no es el titular de la misma y deberá recoger sus cosas en una caja y salir del despacho en breve salvo que Carlos Lesmes evite lo contrario. No olvidemos que el terminar la instrucción de parte de la Trama Gürtel le ha costado el puesto a la ya Exministra Mato, y Rajoy no es de los que lo perdonen fácilmente.

Si introducimos al Juez Ruz en nuestra conspiración no podemos dejarnos fuera a que tiene el poder de mandarle a casa sin haber terminado su tarea.

Lesmes preside el Consejo General del Poder Judicial. Vamos a ignorar que fue propuesto para el cargo por el PP, que ya es, y haciendo uso de la ironía fina con la que hemos desayunado, sostener que la Justicia, el Gobierno y el Parlamento tienen claras y delimitadas sus funciones, que entre ellos no existen injerencia alguna que nos pudiera hacer pensar que se dedican entre ellos al chanchulleo puro y duro. Traer a colación que el CGPJ está compuesto por 10 vocales a propuesta del PP, 6 del PSOE, 1 de IU, 1 de PNV y otro de CiU, es por puro divertimento.

Inciso: Mercé Pigem, propuesta por CiU, ha tenido que dimitir al haberla pillado viniendo de Andorra con 9.000 euros en su bolso para compras de Navidad, según ella. A día de hoy todavía no tiene un sustituto claro pues al que le toca también tiene algún problemilla en su currículum relacionado con alguna cosilla de corrupción y esas menudencias.

Ahora vamos a elaborar la teoría conspiranoica ya que tenemos todos los elementos.

Rajoy reconoce que hay corrupción. Los corruptos, ya condenados, entran en la cárcel en plan Jaume Mata, para los laxos de memoria les recordamos que consiste en entrar en la enfermería o en el módulo de aislamiento sin tener que integrarse con los otros presos, para en nada y menos conseguir por el “artículo 33” el tercer grado. Lesmes con la ley en la mano tiene poder para no renovar el mandato de Ruz y con ello mandar perderse en el cajón del tiempo el caso Gürtel.

Lo que sigue lo dejamos a la libre imaginación del personal que, como diría Rajoy, estamos un poquillo cansados con esto de estar oliendo a vacaciones por el macropuente de la Constitución.

Galiana