Cada mañana untamos en la tostada “los papeles de Bárcenas”, mojamos en el café los ERE de Andalucía, nos abrasamos el cielo de la boca con las Tarjetas Black, y nos bebemos el zumo con los tejemanejes de los Pujol-Ferrusola. Todo eso para empezar el día como Dios manda, con un buen desayuno.

Mientras la ciudadanía desayuna lo que desayuna, el partido que está en el Gobierno en lugar de agachar la cabeza lleno de vergüenza no, que va, no se le ocurre otra cosa con ese aire que se gasta de prepotencia que proponer un Pacto de Estado en materia de corrupción.

El mismo PP quiere una Ley del punto y final en materia de corrupción, lógico cuando hasta su actual Secretaria General parece estar enlodada hasta las trancas gracias a los tejemanejes de José Manuel Molina y Vicente Tirado, a la sazón Exalcalde de Toledo y Presidente de las Cortes en Castilla-La Mancha respectivamente. Dejamos para otro día el lío que tienen en Génova con los detenidos por la «Operación Púnica», ya que la Guardia Civil no la ha finiquitado todavía.

Por querer el PP puede querer la luna para salvar el culo, pero… el resto de partidos políticos ¿qué tiene que decir al respecto?

En el PSOE  no quieren ni oír hablar de un pacto anticorrupción después de la «Operación Púnica». Pedro Sánchez tiene una dura batalla por delante, la expulsión de Virgilio Zapatero por las Tarjetas Black va a ser peccata minuta como tenga que mandar a la calle a Griñán, Chaves y demás por los ERE de Andalucía. Hasta tal punto llega la cuestión que a Susana Díaz ya no le hace tanta gracia la transparencia que quiere imponer el líder de Ferraz, ella hizo mucho porque el madrileño llegara a la Secretaría General como para recibir tal pago por ello.

En IU tampoco están para tirar cohetes. Tania Sánchez, pujando por ser candidata a la Presidencia de la Comunidad de Madrid en los próximos comicios, define directamente como golfos a tipos como Moral Santín, abusador de las Tarjetas Black, y ex militante de su formación. Alberto Garzón es consciente que todo el follón de Caja Madrid les perjudica mucho, lo de pactar con el PP no es algo que a sus militantes les guste, y menos en temas de corrupción.

El Pacto de Estado propuesto por el PP no solo sería entre formaciones políticas sino que alcanzaría a las CEOE y a los Sindicatos.

La Patronal, cuyo Vicepresidente Arturo Fernández, otro abusador de las Tarjetas, ha dimitido en “simulado diferido”, está como loca por aceptar lo que sea y de esa manera salvar de la quema a muchos de los suyos. Los Sindicatos, que tienen algunos miembros entre sus afiliados que han demostrado no ser tan de “la clase trabajadora”, aceptarían pactar pero no a cualquier precio, solo les faltaba firmar un cheque en blanco al PP para que sus afiliados les mandaran al carajo en masa.

Mientras todo esto se va cociendo, a los ciudadanos se nos sigue atragantando el café con leche de las mañanas donde mojamos las ganas de apergollar a más de uno con cada caso de corrupción que tenemos.

Galiana