Regenerar, reformar y relevar no son verbos sinónimos por lo que añadidos a otros sustantivos no significan lo mismo. Hacer juegos malabares con ellos es lo que le interesa al Gobierno para crear confusión entre la ciudadanía, que los comicios Autonómicos y Municipales están ahí, y hay que ir confundiendo la mente de los votantes a como dé lugar.

Por partes, que si no los que vamos a liar la cosa somos nosotros.

El verbo Reformar unido a Constitución es innegable que lo necesitamos como el comer. Como a nadie se le escapa, de aquí a mayo de 2015, por mucho que lo digan Rajoy y los suyos, eso no va a ser posible por lo que siempre queda la posibilidad que el PP haga uso y abuso de su mayoría absoluta. Con lo que es de suponer que el PP tiene en mente una reforma sin consenso ni nada de lo que la propia Constitución le deje, no mucho, porque ya se aseguraron los “Padres de la Constitución” de blindar determinados Títulos de la misma para que no llegara el abusador de turno e hiciera lo que le saliera del bolo.

Dicho todo esto, el personal tiene que tener claro que de aquí a las elecciones de hacer una Reforma Constitucional como la que necesitamos va a ser que no, por falta de tiempo y de consenso.

Regeneración Democrática es un concepto que a Rajoy no se le cae de la boca, al resto de formaciones políticas tampoco, porque en este tema la feria va por barrios. El problema que tiene el país respecto de esta cuestión es que hemos vivido en un Estado de corrupción, gracias al oscurantismo político, por encima de nuestras posibilidades, y erradicarlo de aquí a mayo es cuanto menos complicado. Por si esto no fuera para llevarnos las manos a la cabeza, que lo es, desde hace casi 40 años la ciudadanía lo de hacer valer el artículo 23 de la Constitución lo tiene en la carpeta de asuntos pendientes con todo lo que ello conlleva.

En esto de Regeneración Democrática podíamos meter la espeluznante Tasa de Desempleo de más del 25% que padecemos sin visos de repuntar, la caída espantosa del Estado del Bienestar Social con personas desatendidas en sus necesidades básicas, o el estancamiento de los números rojos de nuestra economía.

Liquidados los concepto de Reforma Constitucional y de Regeneración Democrática nos queda el Relevo generacional en política.

Cierto que en muchos partidos políticos llevamos viendo las mismas caras y las mismas ideas desde que recuperamos la Democracia, pero el que las formaciones políticas den un paso al frente y cambien a sus líderes por alguien más joven y/o ideas nuevas es algo que solo les compete a ellos. En algunos partidos como PSOE o IU, por la cuenta que les trae, ya lo están haciendo de la mano de Pedro Sánchez o Alberto Garzón. Los votantes con decir en las urnas, como estamos haciendo, que se necesita el relevo generacional ya ponemos nuestro granito de arena.

Lo dicho, de aquí a mayo Rajoy y los suyos nos venderán la moto que es lo mismo Reforma Constitucional, Regeneración Democrática que Relevo Generacional como fórmula para evitar la pérdida de sus votantes, solo que no cuentan con que los ciudadanos ya estamos hasta el moño de tantas milongas.

Galiana