Acaba de empezar el nuevo curso político y dentro de nueve meses, como el parto de las mujeres, tenemos elecciones autonómicas y municipales, lo que significa que nos “jartaremos” de escuchar promesas.
En Mayo se la juegan todos, y todos es todos. Algunos saben que o se ponen las pilas o se van a dar un leñazo de impresión, y otros saben que van de culo cuesta abajo y sin frenos y que solo un milagro les puede evitar que la debacle les lleve por delante.
Rajoy y los suyos por nada del mundo quieren bajarse de la poltrona y desde ya empezarán a lanzar propuestas imposibles de cumplir, que para eso son expertos en incumplimientos de programas.
Lo de aprobar la Ley del Aborto seguramente lo van a dejar para otro momento, hacerlo ahora sería perder muchos votos, y el kilo de los mismos está a precio de oro. De todos es sabido lo que le gusta “chupar cámara” al Ministro de Justicia, y de ahí que nos haya lanzado hace unos días el tema de los aforamientos como la solución a todos nuestros males. Va a ser que los ciudadanos no somos tan idiotas como para saber que pasar de más de 17.000 aforados a 22 no puede hacerse sin una reforma constitucional, y la misma no puede hacerse como se realizó la del artículo 135. Se toca el Título VIII, y parafraseando a D. Quijote “con las CCAA hemos topado”. Lo de reconstruir por completo el Título VI es harina de otro costal, los jueces son muy suyos y tenerles en contra no le conviene a Gallardón ni una mijita.
Es cierto que es al partido que gobierna al que le toca proponer y al resto ir detrás. No parece que Pedro Sánchez esté por la labor de hacerle el juego a Rajoy, de hacerlo estaría demostrando que en el PSOE han cambiado el muñeco y nada más. En Ferraz abogan por una reforma constitucional a lo bestia, cosa que es de agradecer porque nuestra Carta Magna está obsoleta no, lo siguiente.
En IU Alberto Garzón deshoja la margarita respecto de unirse a Pablo Iglesias y los suyos, a quienes les ha salido un competidor, Ada Colau y su Plataforma Ganemos, y veremos si al final hay “boda” o es solo un noviazgo para la portada de la revista y sacar una tajada con la exclusiva.
La formación magenta de Rosa Díez empieza a demostrar que no están tan unidos como aparentaban, muchos están hasta el moño del autoritarismo de su lideresa y de ver como el partido está lleno de frikies con una bocachancla enorme. La tormenta interna la tiene sobre la mesa y por muchos paraguas que están sacando les está jarreando encima sobre todo a raíz de su cacareada unión con Ciudadans.
Lo dicho, se abre la veda en las formaciones políticas para prometer todo aquello que no van a cumplir a la ciudadanía. Los que votamos ya podemos estar con el ojo avizor o nos la van a meter doblada en cuanto nos descuidemos.
Galiana











