Hoy nos hemos levantado con unas ganas locas de jugar con el poder, nos apetece ser conspiranoicos y para ello hemos puesto nuestros ojos en la formación Podemos. Esto de la entronización de Felipe VI nos tiene hastiados, qué le vamos a hacer.

Imaginemos que los ideólogos del PP están detrás de todo esto. Ellos sabían que el partido, con tanto recorte en derechos, en libertades y en lo que no es nada de eso, iba a sufrir una pérdida de votos más que notable. Así que decidieron contraatacar porque los votos de la ultraderecha gracias al aborto, la inmigración y demás no dan para llenar tanta desafección.

Contaban con que el PSOE está hecho unos zorros, pero los socialistas son de rehacerse cuando se les da por muertos y con eso hay que tener cuidado. En Génova no van a cambiar su política de darle a la tijera, veamos cuando Felipe sea rey cómo lo hacen sin pudor, así que mejor meter cizaña en Ferraz para que no se recuperen en décadas, por si las moscas.

La opción de atacar a uno de ellos nunca funciona porque los socialistas son muy “Bernarda Alba” y en cuanto tocan a uno de los suyos salen en tromba a defenderlo, véase el caso de los ERE de Andalucía, así que la mejor opción es desgastarles sin que parezca que están detrás de todo.

En esta tesitura estamos cuando a alguien del PP se le enciende la bombilla. ¿Qué es lo que estaba de moda hace tres años? El 15M, aunque solo fuera por puro postureo.

El Gobierno controla los Medios de Comunicación. Para esto la TV pública no les vale así que mejor utilizar los medios que aparentemente les critican. Desde ellos va apareciendo en diferentes tertulias de televisión alguien relacionado con el 15M, con tirón mediático, con lengua viperina, y que sea capaz de dejar a la altura del betún a los contertulios defensores de Rajoy y los suyos.

La teoría conspiranoica que acabamos de exponer podría ser la que estuviera detrás de la creación de Podemos, el partido que lidera Pablo Iglesias, y que se ha instalado como cuarta fuerza política del país, pisando los talones a IU.

Podemos está ahí, en la pomada, haciendo creer que el bipartidismo ha llegado a su fin. Al PSOE la jugada le ha pasado una factura desorbitante, aunque también el PP ha perdido demasiados votos.

En Génova olvidaron que los experimentos, con gaseosa. Éste se les ha ido de las manos, ahora toca desactivarlo y a velocidad de neutrinos, que Pablo Iglesias y los suyos están haciendo más daño del que debieran. Para empezar ya le han dicho a los grupos mediáticos que de continuar saliendo en sus tertulias nada de nada, que se le ha acabado el chollo.

En el PP el tema de la sucesión, no olvidemos que eran conocedores de la abdicación, les viene como anillo al dedo para que Pablo Iglesias le ceda el protagonismo a Juan Carlos y compañía. Con lo que no contaban eran con las manifestaciones a favor de la República, y toca improvisar sobre la marcha como controlarlo todo y salir con bien de ello.

Para los que no crean en conspiraciones de este tipo, decirles que tienen razón, se nos ha ido la pinza, ya que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Mejor volvamos a la entronización de Felipe y a las manifestaciones por un referéndum por la república y dejaremos las conspiraciones para otro momento.

Galiana