Llegamos al viernes donde los resultados electorales lo han copado todo, como no podía ser menos.
La star indiscutible y sorpresiva ha sido Pablo Iglesias, “el piojoso de la coleta que nos ha robado votos”, como le apodan en los pasillos de Génova, sotto voce, eso sí. Él y los suyos han hecho que el bipartidismo de este país se tambalee, incluso con más poderío que UPyD, y eso que la formación magenta ya avisó que eso podía suceder cuando entró con fuerza en el arco parlamentario hace algún tiempo.
Los cinco escaños obtenidos por Podemos han hecho que tanto el PP como el PSOE se pasen a las filas de la “liga del pañal”, y tengan que aparentar que el “mieditis” no les corre por las venas.
En el PP hacen como siempre, es decir, ponen al mal tiempo buena cara y como si no pasara nada. En el PSOE han empezado a rodar cabezas. Rubalcaba lo deja, hace tiempo que debía haberlo hecho, Patxi López ha seguido el mismo camino que el todavía líder de los socialistas, y alguno más va a caer en los próximos días porque esto del Congreso Extraordinario de Julio ha ninguneado las cacareadas Primarias.
En IU tampoco el triunfo de Podemos ha pasado desapercibido porque ha sido un zas! en toda la boca. Los de Cayo Lara estaban acostumbrados a ser los terceros y se han acomodado, e incluso aburguesado ¿por qué no decirlo?, y que Pablo Iglesias y los suyos les pisen los talones les pone de los nervios. Su reacción es tenderles la mano, ya veremos si se la dan.
La cuestión está en saber como un partido con tan solo cuatro meses de existencia, salido de un reto en un tertulia televisiva ha llegado donde ha llegado. Cierto que Pablo Iglesias ha aprovechado la desafección política de los ciudadanos con los partidos de siempre y ha sabido prender de nuevo la mecha de la ilusión por la política en la ciudadanía. Cierto que el líder de Podemos es muy mediático, y controla más de lo que parece los Medios de Comunicación. Cierto que siendo Profesor de Ciencias Políticas conoce como nadie los entresijos de la misma desde dentro. Cierto que aglutina, sobre todo en Madrid, seguidores a quien se les ha impuesto el cartel de 15M como adjetivo “desacreditativo”. Cierto que tienen un programa, cosa rara entre las fuerzas políticas, con el que se puede estar de acuerdo o discrepar. Demasiadas certezas, puede ser, que sobre el papel quedan muy bien pero unirlas a todas ellas no es fácil. Apostar porque todo esto diera resultado era más un acto de fe que otra cosa, aunque les ha salido bien tal y como avalan los resultados obtenidos en los comicios europeos.
Dicho todo esto, y sin ánimo de tocar las pelotas, o tal vez sí, el matiz está en saber si Podemos, a quien ya desde la caverna mediática le están crucificando a base de bien con todo tipo de trapos sucios, es flor de un día o es capaz de resistir los embates de la política que son muchos y demasiado complejos, especialmente en este país llamado España.
Galiana












» sin ánimo de tocar las pelotas, o tal vez sí»
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Un poco de todo, Jeje
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