Hemos pasado el fin de semana celebrando el Día Internacional de la Mujer, y cuestionándonos si alguna vez podremos dejar de celebrar este día porque de verdad exista la igualdad entre los dos sexos.
No queremos pecar de fariseísmo pero es verdad que siempre hemos dicho que celebraríamos este día cuando existiera un Día Internacional del Hombre, pero a colación de cómo se están desarrollando los acontecimientos en este país nos hemos sumado a la celebración este año más que nunca.
Desde que Rajoy y los suyos están en Moncloa las mujeres hemos vuelto a situaciones de antes de la Constitución. Cierto que no necesitamos el permiso del padre o el marido para trabajar o para tener una cuenta en una entidad financiera, pero en temas de igualdad de sexos estamos involucionando a pasos agigantados y ése no es el camino.
La discriminación salarial entre el hombre y la mujer lejos de solucionarse se va incrementando. La Reforma Laboral de Báñez no es precisamente favorecedora de las mujeres y eso que no queremos tocar el tema de la conciliación familiar porque tendríamos para explayarnos largo y tendido al respecto.
De hablar sobre como la Ley que pretende imponernos Gallardón tutela la maternidad de las mujeres, se mire por donde se mire, estamos más que cansados pero no nos van a callar porque no vamos a dejar que recorten la libertad de las mujeres como cualquier cosa. Lo de potenciar la natalidad o dar facilidades para que la mujer pueda tener hijos, si así lo desea, no es algo que entre en los planes de Ana Mato ni de ningún otro Ministro.
Nombrada la Ministra de Asuntos Sociales e Igualdad aún esperamos que comparezca explicando el repunte tan brutal de la Violencia de Género desde que la crisis empezó. No es que antes este tema fuera una nimiedad, que no lo era, pero los recortes en Casas de Acogida para Mujeres Maltratadas están siendo tan bestiales que las mujeres aguardan en sus casas hasta que el pelagatos que tienen por compañero decide que mejor muerta que viva.
No vayamos a culpar de todo a la crisis o al Gobierno de Rajoy porque debemos reconocer que la igualdad total en este país entre hombres y mujeres nunca la hemos conseguido.
El futuro no se presenta nada halagüeño a tenor de las encuestas que se les hacen a los jóvenes al respecto. Los resultados nos ponen los pelos como escarpias, índices elevados entienden como normalizado el maltrato hacia la mujer y así no vamos a ninguna parte.
Este año sí hemos querido celebrar el Día Internacional de la Mujer porque tenemos la necesidad imperiosa de parar el camino regresivo por el que pretenden que vayan las mujeres de un tiempo a esta parte.
Es durísimo tener que celebrar algo así, año tras año, porque significa que algo no está funcionando en esta sociedad.
Galiana











