Cospedal ha descubierto que Rajoy va de tonto por la vida, que hace que no se entera de nada, y se ha llevado un ¡zas! en toda la boca de los que hacen época. Ella, que se pensaba que mientras le siguiera la vaina al Presidente podía hacer y deshacer lo que le diera la gana, ha descubierto que de eso nada. Que nadie sea malpensado Soraya Sáenz de Santamaría no es que haya tenido algo que ver, pero no puede negar que el Presidente del Gobierno ha favorecido en este caso a su Vicepresidenta más que a la Secretaria General de su partido.

Ya estamos contado el final de la peli, si es que nos pone esto de desvelar que el mayordomo es el asesino nada más empezar la película.

El principio de todo esto ha sido la designación de Moreno Bonilla como Presidente del PP en Andalucía. No, no vamos a contar otra vez que Cospedal se llevó un soponcio cuando descubrió que Rajoy estaba por encima de ella. Lo de que el Presidente del Gobierno le debía un favorcito a Arenas vamos a dejarlo que alguno se nos puede mosquear, y de eso en Génova están más que servidos.

Una vez que las vergüenzas de la Secretaria General del PP quedaron al aire, para que todos nos entendamos, que manda en el partido lo que Rajoy quiere que mande, viene la parte de ver como se digiere todo eso.

Por si esto no fuera moco de pavo, que lo es, la Presidenta de Castilla La Mancha se está dando cuenta que sus compañeros de partido están hasta el moño de la prepotencia que se gasta la gachí a todas horas. Hasta tal punto ha llegado el asunto que quienes hasta ayer aplaudían su capacidad para trabajar en Génova y en Toledo a la vez, han pasado de la alabanza a la crítica más feroz. De ser una mujer excepcional ha pasado a una incapaz, alegando que no se puede estar en misa y repicando, y le exigen no ser una Secretaria General a media jornada.

Por cierto, y para que nadie se llame a engaños, que Carlos Floriano esté revoloteando por ahí tampoco es para acusarle de estar moviendo la silla a la Secretaria General. Ambos dos están demasiado ocupados con sus respectivos cargos como para dedicarse a intrigar y maquinar por un cargo de nada en Génova.

En el PP suenan tambores de guerra y eso que todavía no tienen decidido quién será el candidato al Parlamento Europeo. La mayoría, tipo De Guindos o Arias Cañete, dan un paso hacia delante y dos para atrás no vaya a ser que les pillen desprevenidos y les claven una daga por la espalda que les deje sin cargo en España y a verlas venir en Bruselas.

Si no fuera porque esta panda de desaprensivos nos están llevando a los albores del siglo XX en pleno siglo XXI hasta nos tomaríamos a coña marinera estas guerrillas peperas.

Galiana