Tenemos la resaca propia después de haber asistido al evento de la Gala de los Goya, donde la película Las brujas de Zugarramurdi arrasó y La gran familia española se quedó para vestir santos, pero es lo habitual en este tipo de eventos.
De entre todos los premiados nosotros nos vamos a quedar con uno, y no, no es el de mejor Actor, ni el de mejor Directo ni nada por estilo, el premio que más nos ha gustado ha sido el de la categoría de cobarde que recayó en manos del “graciosillo” Wert.
Las votaciones de los premios suelen ser secretas, pero no nos abrasaremos las manos si apostamos que lo suyo fue por unanimidad. Se puede ir de cobarde por la vida y no pasa nada, pero eso de ir de valentón, de matón de barrio y cuando toca dar la cara huir como una “gallina” alegando problemas de agenda, es de lo más rastrero que ha hecho un Ministro en este país, y eso que se han hecho vilezas como para poner los pelos de punta.
El Ministro, que se olía que el premio era suyo, hizo “un Marlon Brando cuando le dieron el Oscar por El padrino” y mandó a recoger “al cabezón” a José María Lassalle, Secretario de Estado de Cultura.
Alguien debería decirle al Ministro de Cultura que las pitadas, los abucheos y el mal rollito entran en el sueldo que se le paga con cargo a los PGE por el cargo que ocupa, y recordarle que las gentes del cine son normalitas, no sacan las armas fuera de escena y mucho menos tratarían de destrozar con cargas policiales la noche grande del cine español.
Wert fue la estrella de la noche del domingo por su no comparecía, la que no puedo eludirla fue la ciudadana Cristina de Borbón en los Juzgados de Palma.
El circo mediático que se montó en torno a la declaración de la susodicha fue de padre y muy señor mío. Más de 90 medios de comunicación y 300 periodistas acreditados. Unas medidas de seguridad, que “pagamos todos a escote”, como no se habían visto por los alrededores, y con el personal en la calle queriendo “sangre” y llevándose unas migajas.
Como estaba previsto en el guión la hija del Jefe del Estado prefirió “pasar por tonta”. Defendió, lo mejor que supo, su papel de amada y confiada esposa que nunca duda de su marido lo cual avala el hecho que desconociera cuanto se cocía en Aizoon
La Fiscalía ha pedido 600.000 euros como responsabilidad civil a título lucrativo. En Román paladín para que todos nos entendamos, que devuelva la mitad de lo que se llevaron entre ella y su marido por apropiarse de lo que no debía y no tendrá que dar con sus reales posaderas en la cárcel. Eso de ver a un “Borbón” en la trena queda feo en la foto de familia.
Pasado el trago, como en su entorno más cercano se decía al asunto, Cristina de Borbón se ha vuelto a Suiza, con sus nenes, con su maridito, y a seguir viviendo una vida nada monacal hasta que el Juez Castro ordene otra cosa, si es que manda algo más.
Termínanos volviendo a los Goya, más que nada porque el mundo de la cultura nos va más que el de la judicatura, solo para darle la enhorabuena a todos los premiados, y susurrarle a Santiago Segura que contrate a Urdangarin o a su mujer para el próximo Torrente porque queremos ver a uno de los dos ganando el “Goya” como actor o actriz revelación y dar las gracias por el premio.
Galiana












Esto es tener ‘garra’ inequívoca de ser verdaderamente periodista.
Enhorabuena y muchas gracias
Me gustaMe gusta
Muchas gracias
Me gustaMe gusta