Empezamos a tener tufillo a elecciones, aunque sean las denostadas Europeas, y parafraseando el título de una película de Almodóvar, esto sitúa a las formaciones políticas al borde de un ataque de nervios.
La primera en hacerse notar ha sido Rosa Díez. Ella, que de oportunismos sabe latín, de “cambiarse la chaqueta”– que no se nos olvide, fundó su propio partido cuando fue derrotada por Zapatero en las elecciones a la Secretaria General en el 35 Congreso del PSOE– mejor no hablamos, ha decidido que esto de estar aliada con los perdedores no la favorece en absoluto.
La lideresa de UPyD ha dado por finiquitada su connivencia con el PSOE en Asturias, y lo que hasta hace un par de días le parecía maravilloso va a ser que ya no le conviene tanto. Lo de desestabilizar el Principado y esas cosas como que tampoco le parece con la enjundia suficiente como para prestarle atención.
Obviando la suerte que corran los astures, que ya es, la salida por patas de Rosa Díez de allí supone que queda abierta la veda en lo que se refiere a la ruptura de pactos. En nada y menos veremos a IU alegar excusas de medio pelo para seguir el caminito iniciado por la política vasca allá donde tenga pactos, incluida Extremadura y el favorcito que le hicieron a Monago.
Jugar a hacer política con estas estrategias irresponsables no es lo que se dice una carta de presentación maravillosa para ningún partido político, pero vista la lucidez de los políticos de este país no se puede esperar mucho más.
Desde los partidos minoritarios ven, y en esto tenemos que darles la razón, que tanto el PP como el PSOE no saben ni por donde se andan. Ambas formaciones políticas se están llevando bofetadas a diario por todas partes, con lo cual dejan claro que esto del bipartidismo está empezando a oler a cadáver.
Tal es la agonía del bipartidismo que UPyD e IU, entre otros, se frotan las manos porque ya se sabe esto de a río revuelto ganancia de pescadores.
No es un secreto que en Génova no saben ni cómo van a escapar del asuntillo de Bárcenas. Es mentar “la bicha” y las estadísticas en intención de voto se desploman que es un gusto. Hasta tal punto está siendo la cosa que para rellenar los huecos los dirigentes del PP “se ven en la obligación” de tener que hacer guiños a la ultraderecha por aquello de no salir de Moncloa con el rabo entre las piernas.
Los estrategas del PP tampoco es que se estén ganando el sueldo en relación a los resultados obtenidos, pero es que en Ferraz están tan mal que dudamos tengan en nómina algo así. Los socialistas tienen un cacao de tres pares de narices porque todos saben que les sobran Rubalcaba y sus secuaces, pero todos pecan de cobardes y ninguno se atreve a decirle en su cara que vaya ahuecando el ala.
Visto lo visto, poco nos ha extrañado que Rosa Díez la liara parda en Asturias para que el Congreso celebrado el pasado fin de semana por su partido no pasara desapercibido. Ojo, que en el PSOE tienen que hacer alguna para que se hable de ellos durante la celebración de su Conferencia Política durante el próximo fin de semana para no ser menos que en UPyD.
Galiana












De verdad, me dan asco
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