Aprovechando que «La Jefa» me ha dejando al mando les voy a contar un breve relato, a lo largo de toda la semana, y a través de 5 fotografías de lo que sería un paseo primaveral por los callejones del casco de Toledo.
«Andando por las calles empedradas de esta preciosa ciudad, contemplo cada esquina y cada ventana que lleva a sus espaldas siglos de historia, de repente veo una estatua que me llama la atención, está en un parque colocada, es el busto de un hombre de mentón robusto como bien se aprecia en la imagen, posado sobre un estrado de mármol, un hombre que por allí paseaba, se acerca a mí, y me dice que es ni más ni menos que el rostro del emperador romano Constantino, le doy las gracias por la información, y prosigo mi agradable paseo….»
Mañana sabremos como continua…
Carlos T. Piriz
@pirizphoto
Cada temporada renovamos secciones, si ves que alguna deja de publicarse, ¡sorry! hasta ahí ha llegado.
GalianayCía. 
«Todo lo decidía María Jesús», indicó la testigo en la sala de interrogatorios. Según su relato, como jefa de servicio abría un expediente de compra al tener noticia de una necesidad. En el mismo proponía a quién se podía hacer la adquisición y en ese punto elevaba el expediente a su directora general para que lo resolviera. Otero sería quien escogía al comprador y le daba las oportunas instrucciones. Carrera señaló que cuando el expediente volvía a su mesa, en el mismo ya estaba incluida el acta de recepción, esto es, el documento con la firma del director del centro atestiguando que el material se había servido. Por este motivo, la jefa de servicio conformaba las facturas y daba por buena la operación.
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