En la víspera de un nuevo “viernes de dolor”

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Esto de que Rajoy retome la costumbre de “los viernes de dolor” no es algo que nos haga ni pizca de gracia. No por las consecuencias tan nefastas que siempre tienen para nuestra Economía, que también, sino porque pone de manifiesto, una vez más, su incapacidad para gobernar un país necesitado de ideas que lo saquen hacia delante en lugar de un servilismo tan extremo como patético hacía Merkel.

Podríamos achacar que Rajoy viva en su mundo, que poco o nada tiene que ver con la realidad que vivimos los españolitos de a pie, al llamado “Síndrome de Moncloa” pero nos estaríamos haciendo trampas al solitario y para tramposos en el Consejo de Ministros tenemos sentados unos cuantos.

En este peculiar mundo de “yupilandia” en el que habita el Presidente del Gobierno no sabemos qué mente pensante le ha debido asesorar sobre la conveniencia de prepararnos para el “viernes de dolor” que se aproxima, como si el ponernos vaselina previamente menguara el dolor que los nuevos recortes nos van a causar.

Lo que todavía no ha entendido este Gobierno títere de Merkel y por ende fiel seguidor de la doctrina del “austericidio” que la Canciller propone para los países débiles, es que cuanto más recortes se hagan en prestaciones sociales, cuanto más suban los impuestos, cuanto más limitados sean los derechos, más nos condena al desastre total.

Todos, salvo Rajoy y su Ministro de Economía, sabemos que sin consumo el crecimiento no tiene visos de funcionar, que la receta exigida por Berlín no va a mejorar nuestra enferma Economía como no lo ha hecho en Portugal o Grecia.

La cuestión es que este Gobierno no tiene los arrestos suficientes para decirle a Merkel un ¡basta ya! sonoro, contundente e inamovible, porque es débil, cobarde y carente de toda personalidad.

La actitud de sumisión, devoción y entrega del Gobierno a Merkel tiene sus consecuencias en los ciudadanos sin ver incrementados nuestros ingresos debemos soportar unos gastos exponencialmente disparados con lo que nuestro poder adquisitivo sufre una merma más que considerable.

Asumiendo que el nuevo “viernes de dolor” repercutirá en nuestro poder adquisitivo como siempre intentaremos averiguar sobre donde mañana meterá la tijera el Gobierno. Las partidas que le quedan para hacer recortes sería tocar alguna figura tributaría como el Impuesto de Sociedades. Los funcionarios, por supuesto, enfilados los tiene este Gobierno, ya se han puesto a temblar porque su salario es el oscuro objeto del deseo de De Guindos y Montoro. Los Sindicatos tampoco parece que se vayan a librar de la quema porque también están en la lista del pelotón de fusilamiento.

El tema pensiones merece mención aparte porque la reforma que sobre éstas se avecina es para echarnos a temblar. Si alguna vez tuvimos el sueño de llegar a los 67 y jubilarnos con una pensión que nos diera para vivir, lleva camino de esfumarse como por arte de magia porque deberemos pasar de dicha edad y lo de hacernos con el 100% difícil lo tenemos.

Sea lo que tenga que acontecer mañana llegará porque la orden salió de Berlín hace tiempo, así que disfrutemos, en la medida de lo posible, de la víspera del “viernes de dolor”.

Galiana

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Escritora, bloguera, podcaster, enamorada de todo lo que huele y sabe a Cultura
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