Aquí os muestro una puesta de sol, desde el cerro de mi pueblo, entre los pinos el sol un día más se marcha a dormir, y que agradable escena, sabiendo la situación en la que tome esta fotografía con mi novia, los dos completamente solos en aquel monte, viendo caer el día que daba paso a una noche estrellada, que nadie que viva en una ciudad vera nunca, una de esas noches que se quedan grabadas en los cinco sentidos.
Carlos T. Piriz













