Me encanta jugar con la iluminación de los objetos, y esta vez os muestro una vela encendida, y no se a vosotros, pero a mí las velas encendidas siempre me han dado que pensar, el comparar con la vida esa llama, tan débil temblando con un suspiro, y a la vez tan poderosa, ya que podría ser la causa de un gran incendio, es una gran contradicción que hace reflexionar a cualquiera, el que sea tan frágil pero a la vez tan poderosa, inevitablemente me hace compararlo con nosotros mismos, y estoy seguro que si lo pensáis, estaréis completamente de acuerdo conmigo.
Carlos T. Piriz













