Mañana llega Ángela Merkel, las calles engalanadas con banderitas de su país y a nuestra mente acuden prestas las imágenes de la película del inigualable maestro José Luis García Berlanga “¡Bienvenido, Mister Marshall!”.

Que nos perdonen Pepe Isbert, Manolo Morán e incluso Lolita Sevilla por la comparación pero Rajoy, Sáez de Santamaría, De Guindos e incluso Montoro representarán una versión moderna, incluido ese catetismo ilustrado de la España más casposa de la famosa película berlanguiana con guion del no menos grande Juan Antonio Bardem. Ni que decir tienen que le cantarán con el tonillo que todos conocemos eso de “Americanos, vienen a España gordos y sanos, Viva el tronío y viva un pueblo con poderío…” sustituyendo la palabra americanos por alemanes para convencer a Frau Merkel que no somos lo que ella piensa que somos.

Nos van a dispensar pero no saldremos a las calles jaleando a la Canciller, ni ondearemos la banderita de los alemanes porque la política de austeridad que nos impone esta mujer está ahondando aún más la crisis económica que padecemos, a la par que instaurando una crisis de valores que nos lleva directamente a la época retratada en el siempre saludable, actual e incómodo film.

Merkel nunca ha sido, ni es, ni será santa de nuestra devoción porque después de años de ser Alemania quien apostará por un proyecto europeísta llega ella, con su poderío, y no defiende el discurso de “gran Europa” sino de la Europa de las dos velocidades.

Para Merkel está la Europa de los ricos donde Hollande, que llegó al poder con la bandera de “haré todo lo contrario de Sarkozy en lo que a política europeísta se refiere”, ha venido a sustituir el Merkozy por el Merkollande; el francés en plan Groucho Marx se ha apuntado sin ningún tipo de disimulo a eso de “Estos son mis principios; si no le gustan, tengo otros” y le ha puesto ojitos a la germana como no pensamos que iba a hacer.

Con el gabacho a su favor el resto ha sido coser y cantar para la teutona para quien los Estados socios del Mediterráneo, Grecia, Italia, España y Portugal, son unos manirrotos derrochadores, alérgicos al trabajo, aficionados a la juega y a la vaguería, que pretenden vivir de las subvenciones de la UE.

Merkel visitará mañana España para dejarnos la hoja de ruta a seguir en los próximos meses en lo referente al fondo y forma en el que Rajoy debe pedir el rescate total para nuestro país. La cosa no va a acabar ahí pues no dejará el suelo patrio sin antes decirnos: “Señores, como son ustedes unas cigarras despilfarradoras que pretenden vivir a expensas de las hormiguitas alemanas, si quieren buscar refugio se van a bajar los pantalones hasta donde yo quiera…” no seguimos porque el final del cuento nos lo conocemos todos y no hay necesidad de ser tan crueles.

Suponemos, con esto terminamos, que Rajoy después de la bienvenida a bombo y platillo nos ofrecerá a los ciudadanos cual Pepe Isbert un discurso donde comenzará con eso de «Como Presidente vuestro que soy os debo una explicación, y esa explicación que os debo os la voy a pagar…»

Galiana