Miradas furtivas: Personal assistant

 

La comida de algunos hospitales está francamente buena (o al menos la que le ha tocado en suerte a Galiana, compatible con los motivos de su convalecencia). Y lo mejor es que siempre hay algo que, por falta de apetito o por poco agrado del paciente, acaba sirviendo para quien le acompaña. En esta ocasión los restos pertenecen a una sabrosa barrita integral empapada con aceite y tomate, ese placer de diosas al que tan adicto soy.

š

 

@JoseRaigal

Acerca de Galiana

Escritora, creativa
Esta entrada fue publicada en Fotografía, Miradas furtivas y etiquetada , , , , , , , , , , , , , , , . Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s