Ropa tendida

Después de desayunar abrí la puerta de casa para subir a la azotea a recoger la ropa que había tendido el día anterior. No suelo dejarla toda la noche a la intemperie, salvo que me vaya de fiesta como sucedió.

Al oírme salir más temprano de lo habitual, abrió su puerta mi vecino de enfrente, un tipo de esos que quita el sentío aunque una no esté para enseñar a yogurines.

—No subas por tu ropa. Te la recogí al escuchar en la televisión que haría viento.

Le di las gracias mientras me entregaba el cerro de ropa limpia y doblada.

Es una suerte tener vecinos tan atentos salvo cuando luego descubres que en el montón faltan las braguitas.

Galiana

Acerca de Galiana

Escritora, bloguera, podcaster, enamorada de todo lo que huele y sabe a Cultura
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17 respuestas a Ropa tendida

  1. edgardo juarez dijo:

    Anna

    me gustó mucho. beso. e.j. ________________________________

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  2. edgardo juarez dijo:

    tengo una novelle. MUJERES. busco editor. e.j.

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  3. Envejecer activos dijo:

    No se puede decir más con menos palabras; es magnífico, enhorabuena

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  4. Ya sabes, el fetichismo. A saber donde duermen las braguitas.

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  5. Sara dijo:

    Todo un amor de hombre….y yo me pregunto…que ocurriría si en la siguiente colada le coges casi sin darte cuenta sus calzoncillos?

    Bss

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  6. cmacarro dijo:

    Limpias no tiene gracia. No es un buen fetichista. O lo es, pero extremadamente limpio 🙂

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  7. elcieloyelinfierno dijo:

    Hola Galiana…tranquila es inimoutable…es un vergonzoso fetichista o bien la usa; en sus encuentros casuales con Roberto. Un cálido saludo.

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