Con la que tenemos encima y nosotros abrimos el debate sobre la subida o no de los impuestos como acompañamiento a la precampaña electoral donde por primera vez en el PP se sienten a contra mano por no poder esgrimir el asunto del terrorismo como tema estrella, tampoco les importa mucho porque se saben ganadores y prueba de ellos es que ya hablan diciendo “desde nuestro Gobierno aspiramos a que se crear tres millones y medio de puestos de trabajo”.
La clase media en España, en estos tres años de crisis, ha visto como ha ido perdiendo poder adquisitivo a una velocidad de vértigo. Son las PYMES las que se cierran un día tras otro porque los bancos les han cortado las líneas de crédito dejándolas en la estacada; son los trabajadores de la clase media los que han pasado a engrosar la famosa lista de los más de cuatro millones de parados, son los funcionarios los que han visto reducidos sus sueldos, los pensionistas congeladas sus pensiones.
La clase alta donde están las grandes fortunas, donde cada uno de sus miembros dispone al día de una cantidad para gastar equivalente a lo que no gana todos los miembros de una familia durante todas sus vidas y multiplicado por siete, permanece callada observando el paso al frente que dieron sus colegas franceses y alemanes al pedir a sus respectivos gobiernos que les suban los impuestos.
El debate que abre el PSOE, o mejor dicho Rubalcaba como candidato (Zapatero sigue pensando que la UE nos va a sacar de ésta por arte de birlibirloque) apuesta por incrementar los impuestos a los que más tienen argumentando que hasta ahora la crisis la hemos soportado la clase media/baja y es justo que arrimemos el hombro todos.
Ante la novedosa iniciativa de los socialistas Rajoy ha mandado a “sus perros de presa” para arremeter contra Rubalcaba, él ya sabemos que no está para esos menesteres ni para otros muchos, argumentando que una vez instalados en Moncloa se procederá a llevar a cabo una gran reforma fiscal donde se conjuguen las bajadas de impuestos, a pesar que la UE dice que debemos subir el tipo impositivo de IVA, con los recortes en todo lo que no se considere imprescindible como es todo lo relacionado con la educación y la sanidad alegando que el Estado tiene las arcas vacías.
La crisis es mundial, pero curiosamente EEUU y la UE optan por afrontarla desde diferentes perspectivas. En Bruselas abogan por subir los impuestos con gravámenes especiales para quienes más tienes y con subidas impositivas del IVA para todos, sin perder de vista los más que controvertidos recortes donde se pueda; frente a esta opción la Administración Obama decide apostar por conceder ayudas especiales para las empresas como modo de fomentar la creación de empleo estable.
Soluciones mágicas no existen; es evidente que deberíamos ponernos manos a la obra en lugar de lamentarnos constantemente de lo mal que están las cosas a la par que aceptamos sumisos las directrices de la UE sin plantearnos la posibilidad de la existencia de otras alternativas.
Galiana.