Bricolaje y jardinería para afrontar la tormenta económica

Después de tres años de soportar lo insoportable, de haber llegado hasta casi los cinco millones de parados si bien hemos bajado algo las cifras; de ver como la Bolsa baja tanto que vamos a tener que ir a mirar los índices al sótano; de comprender que no debemos decir la Prima de Riesgo sino ¡joder como se está poniendo la Prima y el riesgo que tiene!. Después de todo resulta que hemos sufrido lo que los entendidos vienen a llamar una mala tormenta de verano porque «la madre de todas las tormentas» está por llegar.

Los mercados bursátiles son los que mandan, lo queramos o no, en teoría gobernados por los que nos gobiernan pero va a ser que los que nos gobiernan no tiene ni puñetera idea de cómo reconducir la situación en los mercados financieros.

En el caso de España, que al fin y al cabo es lo que más nos afecta por muy europeístas que seamos, la situación se traduce en vivir al borde del precipicio sin saber si caeremos por el barranco o, podremos mantenernos sobre el alambre como los equilibristas del circo pero sin la red de seguridad.

Zapatero de vuelta de todo dado que ya solo le preocupa su retiro en León no hace más que liarla una y otra vez, Rubalcaba con salir de los entuertos en los que le mete el Presidente del Gobierno ya tiene de sobra, Rajoy con enviar a sus “perros de presa” para morder porque él no sabe cómo hacerlo tiene suficiente, se supone que todos ellos deberían tener alguna especie de solución para enfrentarnos a lo que se nos viene encima pero…

Unos y otros han decidido por fin dejarse de eufemismos y avisarnos que viene «la madre de todas las tormentas», que lo soportado en estos tres años no has sido más que una lluvia fina de verano que moja pero no cala.

Para Rubalcaba y los suyos (Zapatero ya ni voz ni voto después de haber vendido a la UE hasta nuestra Carta Magna) debemos atrancar las puertas, sellar las ventanas y buscar el refugio más seguro posible para afrontar el huracán que está por llegar; para una vez haya pasado, nadie sabe cuándo, hacer recuento de daños, declarar zona catastrófica y comenzar de cero quien haya tenido la suerte de sobrevivir.

Para Rajoy es tiempo de llamar al jardinero y empezar a podar a diestro y siniestro; benditos aquellos que sepan manejar las motosierras, las tijeras, las cortadoras de césped, y todo aquello que pueda ser susceptible de ser utilizado como herramienta de corte porque se haga bien o mal no queda otro remedio que amputar todo lo que el paciente se deje esté gangrenado o no.

En vista de tal anuncio los únicos que harán su agosto en pleno septiembre serán los ferreteros y las tienda de bricolaje, entre las herramientas de podar de los unos y las de taponar de los otros es todo el negocio que va a tener lugar en España este otoño donde los mercados bursátiles gobiernan la nave a falta de un capitán con arrestos suficientes para enfrentar de cara a “la tormenta perfecta”.

Galiana

Acerca de Galiana

Escritora, creativa
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