Comienza el gran espectáculo del circo porque es en lo que se ha convertido el Debate sobre el Estado de la Nación, donde ni Gobierno ni oposición debatirán absolutamente nada siguiendo la tónica que ha caracterizado la presente legislatura.

De un lado tenemos un Presidente del Gobierno que ya ha anunciado que se va, con lo cual gritos como “Sr. Zapatero váyase” estarán fuera de lugar. Un Presidente que defenderá agotar la legislatura, convencido que tienen que ponerse en marcha las reformas económicas prometidas a la UE. Casi con toda seguridad le echará en cara a Rajoy su falta de ayuda para todo, su dejadez a la hora de ejercer una oposición ajustada a los cánones preestablecidos, su inmovilismo e incluso ese afán tan desmedido por sentarse a la puerta esperando ver pasar el cadáver de su enemigo.

De Rajoy se espera más de lo mismo, pedirá por enésima vez en lo que va de año elecciones anticipadas, pero contaremos con una novedad respecto al Debate del año anterior, presumirá hasta la saciedad de su arrolladora victoria en las pasadas elecciones autonómicas y municipales.

Para Zapatero llevar las reformas económicas son fundamentales y tratará de vender que España saldrá de la crisis si éstas se producen antes de agotar la legislatura; ante esto Rajoy apostará por un mientras nosotros no gobernemos al país que ni se le pase por la cabeza el pensar en salir de la crisis.

Escucharemos vocablos como paro, crisis, reformas, deuda o déficit público, pensiones para hartarnos; serán palabras vacías nada más porque no se escuchará ni una sola idea nueva de cómo tratar de solucionar todos estos problemas.

El resto de portavoces parlamentarios, que también participan en el Debate aunque no sean los actores protagonistas, intentarán robar los planos a las estrellas con algún que otro anuncio en plan nacionalista de estos que no van más allá del titular pero que consiguen la foto de portada para ellos.

Al personal hasta el jueves nos tendrán entretenidos con un espectáculo que a todas luces se prevé aburrido, insulso y carente de contenido, es cierto que motivos para debatir y hacer propuestas para salir de esta crisis no les faltan pero unos se limitarán a defender un “estamos en ello y hacemos lo que podemos por solucionar los temas”, y otros con agarrarse a un “quítate que me pongo yo” se darán por satisfechos.

Galiana