Que el PP tenga ansia por llegar a la Moncloa es algo que nadie discute; en la medida que vayan pasando los meses y Zapatero presente síntomas de poder aguantar la legislatura hasta el final Rajoy siente que no le favorece y no es consciente que no le perjudica.

El PP quiere asegurarse la victoria ante una hipotética remontada del PSOE con el «efecto Rubalcaba», cosa que está por ver para nada avalado por las recientes encuestas, y para lograrlo apuesta por vender nuestra inestabilidad económica en los mercados internacionales dado que el rédito político es mucho mayor que el perjuicio tan impresionante que esto pueda causar en nuestra ya maltrecha economía. Todo se reduce seguir la máxima del teólogo jesuita Hermann Busenbaum“cum finis est licitus, etiam media sunt licita (cuando el fin es lícito, también lo son los medios)”.

Siguiendo está máxima ganar unas elecciones es lícito así pues hacer bandera de la deuda de las CCAA que anteriormente estaban gobernadas por el PSOE, ocultando el déficit que Valencia, Murcia, Madrid o Castilla León que tiene tanta o más envergadura que el aireado en Castilla-La Mancha, es solamente un medio para alcanzar el poder.

El ansia de poder del PP es tanta que les nubla la vista y no les deja ver el panorama tan halagüeño que tienen ofuscándose únicamente con ganar. La cuestión a resolver es como desembarcar en Moncloa y aposentarse allí al menos un par de legislaturas sin que la crisis, la cual no tienen ni idea de cómo resolver, les pase factura cuatro años después tras un gobierno donde los recortes en temas sociales serán una obsesión compulsiva parapetados en un “la culpa es de la mala gestión del Gobierno de Zapatero”.

Presentar a España como un país al borde de la quiebra económica mostrando unos datos económicos, sociales y laborales, probablemente ciertos, ante los mercados internacionales como un país más cercano a Grecia, Portugal o Irlanda que a Francia e incluso Italia nos condena a ser catalogados de República bananera que ni sabe ni puede controlar el gasto público.

España en este momento tal y como está la situación ni debe ni puede asumir tal coste para que se produzca la alternancia política, el ansia por llegar al poder del PP nos va a complicar aún más la salida del laberinto en el que nos encontramos.

Galiana