Merkel y Sarkozy nos dicen “sotto voce” y sin el “sotto” el camino por el que debe discurrir nuestra economía a la vista del desastre tan descomunal en el que vivimos so pena de ser intervenidos en cualquier momento con todo lo que ello nos supondría. Zapatero, diligentemente se ha sometido, o mejor dicho nos ha sometido a todos, a bandazos en su política económica a base de recortes sociales que ni queremos ni podemos soportar, pero los asumimos como un mal menor porque no hay otro modo de salir de la crisis.
A los teutones no les parece suficiente los problemas económicos que ya generamos nosotros de por sí, que son muchos y de lo más variopinto, y bien por divertimento o porque no tienen a otro más tonto y débil a quien culpar les ha dado por echar vinagre sobre la herida abierta y sin visos de cerrarse de nuestra maltrecha economía con la excusa del E. Coli.
La E.Coli es una bacteria intestinal que en “las tripas” alemanas ha pasado de ser tan encantadora como Blancanieves a transformarse en el mismísimo Hanibal Lecter, y anda por ahí campando a sus anchas provocando trastornos digestivos con mayores o menores consecuencias según la salud que cada cual tenga.
En Alemania industrias tienen para aburrir pero el sector agrícola nos lo dejan a los españoles, que para eso somos socios en la UE y les sale mejor importarlos desde aquí que plantar tomates, lechugas y pepinos en sus tierras. Lo que ha causado la mutación del E.Coli, a día de hoy, no se sabe con certeza que lo provoca, pero como siempre hay que buscar alguien que cargue con la culpa de todo sin rechistar y al insulso del pepino le ha tocado en suerte ser el responsable de los estragos causados por la bacteria de marras en los intestinos germanos.
La consecuencia que la E. Coli esté en plan “Alien” es paralizar las exportaciones a Alemania, a todos los países Centroeuropeos, a Rusia, e incluso al Reino Unido de todos los productos de la huerta española y si el sector agrario se hunde un poco más de lo que ya está que Zapatero y su Gobierno lo arreglen como buenamente puedan.
Todos sabemos por donde amargan los pepinos pero… con socios y amigos como Merkel para que queremos enemigos.
Galiana