Mirándole el ombligo a la profesión

Los periodistas con perdón, y sin él también, somos “la leche”, que nadie se asuste por la terminología utilizada pero es que es así. Pasamos de una noticia a otra sin tiempo para asimilarlas, sin detenernos en ellas pausadamente, sin las oportunas reflexiones; nos escudamos en que la actualidad manda, que la sociedad quiere conocer lo que pasa en el preciso momento en que sucede; más que dar información la vomitamos sobre el personal.

Para muestra de lo que digo un botón o dos si es menester.

Hace poco más de 15 días todos éramos una voz por Lorca. Esa localidad de la Región de Murcia, que apenas nadie ya recuerda, donde se produjo un terremoto y que hoy nos parece tan lejano en el tiempo. ¿Cuántos medios de comunicación, no locales, continúan con esta noticia?

Siguiente ejemplo que parece que el desastre lorquino no nos vale.

Hasta hace unos días términos como #acampadasol, #democraciarealya, #spanishrevolucion» , #15m formaban parte de nuestra cotidianeidad, informando de este movimiento cívico/social como si nos fuera la vida en ello; cada cual se posicionaba como podía o le dejaban hacerlo (según el medio de comunicación que pague a final de mes), pero todos, incluida quien suscribe, estábamos atentos a lo que pudiera suceder allí. Apenas queda una reseña pequeña sobre el evento a día de hoy, a pesar que continua el personal con sus asambleas durmiendo al raso.

Al día siguiente de las elecciones en los medios de comunicación triunfo apabullante del PP, ¡pobres míos! cuando se verán en otra de obtener una victoria tan abultada. Si Rajoy y los suyos tuvieran “los arrestos” para aceptar el órdago de la moción de censura (presentando el famoso programa alternativo que contiene tantos recortes sociales que hasta sus propios votantes se arrepentirían de haber confiado en ellos), acapararían por más tiempo los titulares en prensa, pero como se limitan a mirar la caída del PSOE los periodistas poco o nada tenemos que decir sobre ellos.

De la final de la Champions que juega el Barça este sábado poco informamos, desde aquí les deseo que traigan la Copa para casa, porque la atención informativa la centramos en el nido de víboras en que se ha transformado el PSOE, donde la guerra por el poder está desatando la más cruel de las batallas. La primera y medio lacrimógena “víctima”, Chacón, sacrificada en pro de los suyos, escenificando la pantomima de unas inexistentes pero convocadas primarias, evitando de este modo que se propaguen las voces por la organización del siempre incómodo Congreso extraordinario, son los últimos coletazos de un cadavérico y aislado, dentro del Gobierno y de su partido, Zapatero.

Son tiempo de cambios, de transformaciones, la sociedad lo está demandando; los periodistas flaco favor nos haríamos si no fuéramos capaces de aprovechar la ocasión para reestructurar nuestra profesión adecuándola a la época que vivimos.

En una semana donde el devenir de la política española está dejando en evidencia sus carencias más básicas a servidora le da por reflexionar sobre la profesión; lo dicho, los periodistas somos “la leche”.

Galiana

Acerca de Galiana

Escritora, creativa
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