Las encuestas anteriores al 11-M daban ganador al PP con amplia mayoría, la mala gestión de la catástrofe por parte del Gobierno de Aznar les hizo perderlo todo.

Rajoy no debería caer en los mismos errores, cierto que ahora está en la oposición, pero los sondeos vuelven a dar a su partido la vitola de ganador y debería saber que gestionar mal el asunto del terremoto de Lorca puede quitarle la desventaja.

Rubalcaba y Chacón intentaron coordinar la tragedia “in situ” desde primera hora de la mañana para volver a Madrid e informar al Presidente conscientes de que la instrumentalización política del la tragedia no es ahora lo primordial; lo esencial es ayudar a la población devolviendo a la ciudad la normalidad a la mayor brevedad posible y para ello el Gobierno pondrá a su disposición todos los medios que se necesiten.

¿Por una vez seremos capaces de no politizar un drama como este?

Parece ser que no, que cualquier cosa la politizamos, que todo vale para conseguir votos de cara al 22 de Mayo, como si los lorquinos tuvieran ahora en su mente los próximos comicios.

La sociedad política no aprende o no quiere hacerlo, se han necesitado acuerdos entre todos para suspender la campaña electoral por 24 horas. Algunos no respetan los pactos como Dolores de Cospedal que a toda costa quería seguir a “lo suyo” sin importarle los habitantes de una ciudad devastada, Esperanza Aguirre que llamo “mentiroso oficial” a Tomás Gómez y ha pedido el voto para su compañero de partido por el Ayuntamiento de Alcobendas en un día tan señalado.

Pero la palma de los despropósitos se la lleva el líder del PP. Mientras Lorca vive una de las mayores tragedias de su historia, con un 80% de las viviendas con daños desde leves a estructurales, con toda su población evacuada de las casas hasta que las autoridades competentes declaren aptos y seguros los inmuebles, Rajoy se presentó allí rodeado de su seguridad personal para hacer presencia testimonial. Testimonial porque en lugar de quitarse la chaqueta, remangarse la camisa y ponerse a ayudar como un voluntario más repartiendo mantas, víveres o quitando escombros, solo ha ido a hacerse la fotografía de rigor.

El líder del PP, Jorge Moragas y Ana Mato se han paseado entre los desventurados habitantes, dando la mano y haciéndose fotos para que luego los estrategas de campaña del PP las publiciten en Facebook demostrando que estuvieron allí. ¿De verdad era necesaria su presencia? ¿Consiguen más votos convirtiendo el drama de una población en una alfombra roja con pose incluida en el Photocall?

¡Bravo por Rajoy y los suyos! nuevamente han demostrado que no saben gestionar las tragedias como tampoco supieron hacerlo, salvando las distancias, con el 11-M

Galiana.