Las vacaciones acaban después de soportar que una tormenta tras otra imposibilitara la salida de los pasos procesionales, lo cual de algún modo veremos reflejado en el turismo. Todo vuelve a la anormal normalidad en la que nos encontramos inmersos con la sensación de sentirnos atrapados en el tiempo, donde todo se repite como en un bucle del que no podemos escapar.
Rajoy y los suyos siguen sin aclararse en cuanto a política terrorista. La evasión del asesino Troitiño, que por cierto no se fugo de la cárcel sino de su domicilio tras haber cumplido condena y ser puesto en libertad por el sistema judicial y no por el Gobierno como algunos hubieran deseado, le está dando juego al PP; ese juego peligroso de insinuar las debilidades de nuestro Estado de derecho y que tanto favorece a los que asesinan.
Para De Cospeal desde el Ministerio del Interior se debía haber vigilado a una persona que ya ha pagado su delito contra la sociedad; para Mayor Oreja su fuga ha sido un “apaño” entre el Gobierno y los terroristas dadas las negociaciones entres ambas partes para el fin de “los de siempre”.
Tal vez la candidata a la Presidencia de Castilla-La Mancha deje de hacer demagogia con los asesinos a cambio de votos tras las vacaciones. Como el Gobierno escuche sus afirmaciones deberá incrementar la dotación policial en cuanto a recursos económicos y personal, asignando por lo menos una pareja de policías a cada preso excarcelado por cumplimiento de condena.
A Mayor Oreja que presume de no haber negociado con la banda armada en su época como Ministro de Interior la memoria le falla. Los terroristas pactaron durante su mandado lo que se llamo una “tregua trampa” y cuando “los de siempre” no cumplieron sus objetivos declarando el final de la misma el entonces Ministro, según reza en las hemerotecas, dijo:”el Gobierno del PP, y yo personalmente, lo que hice fue cerrar el diálogo y la negociación con ETA cuando ETA se acercó al Gobierno para buscar una negociación política”
En el plano nacional todo continúa igual a la espera que empiece la campaña electoral, en el internacional es más de lo mismo. Los cambios en el mundo árabe continúan con sus revueltas en busca de la libertad, cada cual de la forma que pueden o le dejan.
Libia continua inmersa en una guerra civil no declarada donde la OTAN ignora el mandato de la ONU referido a proveer asistencia y protección a la población, en cambio lo sirios son reprimidos por las fuerzas de seguridad de su propio país mientras la comunidad internacional mira hacia otro lado. Los yemeníes echan a su Presidente a cambio de inmunidad buscan hacer una transición a la española como en su día ya hizo Argentina para ello cuentan con el beneplácito de EEUU y de la UE.
Los tunecinos y los libios huyen entrando vía Italia en la UE, y esta última se replantea el acuerdo Schengen porque no sabe qué hacer con tanto inmigrante pululando en libertad por todo su territorio en tiempos de crisis.
Por si a alguien le quedaba la duda sobre el bucle espacio temporal en el que estamos inmersos el Madrid y el Barça se vuelven a enfrentar el miércoles. Lo dicho, vivimos como Bill Murray en “El día de la marmota”
Galiana