Llego la Semana Santa con las Hermandades llenando las calles de diferentes procesiones. Para unos es la cultura en su máxima expresión, para otros es un acto de fe. Creyentes y no, partidarios o detractores, son las ventajas e inconvenientes de pasar de ser un Estado católico, apostólico y romano a uno aconfesional.
Los españoles tenemos tendencia a estar divididos entre dos bandos en los temas importantes; la política, el fútbol o la religión no iban a ser menos.
Este fin de semana el país se paralizó entorno a las diez de la noche del sábado, el primero de los grandes duelos futbolísticos tenía lugar. Media España con el Madrid, la otra mitad con el Barça, se juegan en cuatro partidos tres competiciones. Primer asalto en tablas dice el marcador, pero el empate hace tocar a los blaugranas la Liga con la punta de los dedos y los de “Mohu” apuestan más por la Copa y la Champion; de momento nos toca esperar hasta el miércoles donde se juegan el primer título en noventa minutos ¡Tendremos que elegir entre Procesión y fútbol!
La elección entre culés y madridistas nada tiene que envidiar a la protagonizada por la bipolaridad política hacia la que tendemos; el primer asalto el 22 de mayo y hasta que comience la campaña electoral velan armas de las formas más variopintas.
Los de Rajoy andan sin posicionarse de forma clara en temas tan importantes como el terrorismo, por un lado defienden las tesis en materia antiterrorismo del Gobierno, pero… de vez en cuando se descuelgan con comparaciones vergonzosas entre la fotografía del terrorista, Troitiño, celebrando su libertad por haber cumplido su condena y el Vicepresidente del Gobierno y su supuesta implicación en el caso “Faisán”. ¡Bien por Dolores de Cospedal! es toda una eminencia metiendo en problemas a su partido, o dejando como se suele decir a su líder con el culo al aire.
En el PP hay más eminencias que De Cospedal. El anterior Presidente del Gobierno, Aznar, no le anda a la zaga en estás cuestiones. Debe ser que el humo de las velas procesionales o el fervor de la Semana Santa le trastoca el supuesto intelecto que posee, y se atreve a calificar a Gadafi como el “amigo extravagante, pero amigo” de Occidente. El Presidente de FAES temiendo no haber llamado la atención lo suficiente con el asunto de Libia asegura que España no puede pagar la deuda porque han subido los tipos de interés. Lo de este hombre es ir haciendo amigos allá por donde va. A Rajoy con estas declaraciones le deja a los pies de los caballos en tanto a la política de su partido en materia de económica. Los españoles salimos peor parados, nos califica de insolventes en los mercados internacionales y eso tiene un precio en el peso de la economía mundial, más sí sale de la boca del anterior Presidente del Gobierno.
De aquí al miércoles los de PP sería mejor pensarán en la final de la Copa del Rey en Valencia entre el Barça y el Madrid, en cómo van a pasar los días de asueto desde el jueves participando de las Procesiones como penitentes o meros espectadores, más que nada porque son tiempos vacacionales y el personal se merece descansar de escuchar tanta sandez e incongruencia en boca de Rajoy y los suyos.
Galiana