Lo de Camps en Valencia no hay por donde cogerlo, lo mires por donde lo mires, debe tener complejo de Jaume I investido con poderes incluso por encima de los derechos constitucionales.
Es duro estar imputado en un delito de cohecho y que todo el mundo se entere que tu honorabilidad tiene el precio de tres tristes trajes, hechos a medida, con tus iniciales bordadas en hilo de oro, con las mejores telas, pero no dejan de ser unos simples trajes que te duraran tres temporada si llegan, porque no estarán de moda, o se quedarán estrechos.
Rajoy no supo o no pudo evitar que Camps y los suyos elaboraran las listas para Valencia al gusto del President y que en ella figuren imputados en la trama Gürtel. Es cierto que para tacharles de corruptos tengo que usar la palabra presunto porque efectivamente no hay una sentencia judicial que les confirme como tales y mientras tanto debe regir el principio de presunción de inocencia. Pero no es menos cierto que puedo decir que Camps y algunos de los suyos están imputados en la trama Gürtel sin tener que usar la palabra presunto, porque el juez así los ha declarado.
El President está molesto, cualquiera lo estaría ante una situación así; no es agradable desayunarte un café mientras lees en el periódico que estás imputado y que eres presuntamente corrupto no solo tú sino muchas de las personas que te acompañan. Llegar a casa y ver en las noticias más de lo mismo no hace gracia, ni puñetera gracia, pero ya dice el refranero español “No la hagas y no la temas”. ¿Cómo hacer que no se me indigeste la cena? Fácil, matando al mensajero.
El mensajero son los medios de comunicación, matarles es no dejar que hagan su trabajo, y su trabajo es informar. A Camps la información que dan no le gusta ni mucho ni poco, no le gusta nada. Como se cree por encima del bien y del mal, como en su partido le dejan hacer su santa voluntad, se ha creído con el poder de mandar callar a la prensa.
¿Que existe un derecho sobre la libertad de expresión? Se pasa el derecho por donde yo te diga, que para eso es Camps I de Valencia y puede incluso saltarse la Constitución, pero haciendo que parezca un accidente al estilo “El Padrino”.
Para que pareciera un accidente se le ha ocurrido la feliz idea de implicar a la Junta Electoral y ante ella interpone un recurso para intentar impedir que las televisiones utilicen expresiones como «implicados» o «corrupción» en sus informaciones sobre la campaña electoral para referirse a los integrantes de la candidatura valenciana; es decir, todo lo que no le gusta no existe y la prensa no es quién para decir absolutamente nada.
¡Qué manera más tonta de declararle la guerra a los medios de comunicación! ¡Qué inconsciencia el subestimar su poder! Que dicho sea de paso es tanto o más que él de un político, si alguien lo duda que le pregunten a Berlusconi.
En Génova saltan las alarmas el President ha ido demasiado lejos, no puede intentar saltarse el derecho a informar así como así, salvo que viviésemos en una república bananera. El PP, por la cuenta que le trae, no está dispuesto a que los votantes tengan el concepto que España es algo así bajo su gobierno.
Entre tanto surrealismo más propio de una película de Buñuel que de la política interna del partido de la oposición, llega González Pons, en calidad de Vicesecretario de Comunicación, afirmando que el PP está a favor de la libertad de información y prensa, que el derecho a la libertad de expresión no va a ser vulnerado por nadie desde el partido.
En el PP valenciano reculan, no les queda otra; retiran la denuncia contra cuatro cadenas de televisión que según ellos no respetaban la pluralidad y la proporcionalidad exigibles en campaña electoral en sus informaciones sobre los imputados e implicados en casos de corrupción en las listas electorales de este partido, para hacerlo alegan que se ha malinterpretado el sentido de la reclamación planteada.
Cuando se acabe el juico por la trama Gürtel van a arder los ninots sin que sean Fallas y Camps I de Valencia pase de presunto a prevaricador sin más.
Galiana