Lo malo de convertirse en Superministro es que uno no hace precisamente amigos. Rubalcaba que es un “viejo zorro” en esto de la política, no en vano, a pesar de tener una licenciatura en químicas, lleva toda su vida dedicado a ella, ya sabía a lo que se exponía al aceptar el cargo. Quizá lo que no sospechaba es que su popularidad se iba a disparar hasta el punto de ser uno de los políticos mejor valorados (tampoco hay que hacer muchos méritos tal como está el patio) llegando incluso a lograr el milagro de recortar la distancia entre el PSOE y el PP en cuanto a las encuestas sobre intención de voto.
Ni que decir tiene que todo esto le ha ocasionado que le salgan enemigos hasta debajo de las piedras, muchos más de los que ya tenía de por sí.
La estrategia del PP consiste en parar la popularidad del Superministro y para ello el partido de la oposición acude a los medios de comunicación que a modo de “palmeros” preparan un caldo de cultivo con faisán incluido. El objetivo es que el animalito a picotazos se alimente de la popularidad de Rubalcaba dado que Zapatero, en su deshojar la margarita, puede decidir no presentarse y dejarle el sitio al Superministro. En ese caso, Rajoy y los suyos ven que eso de a la tercera la vencida no va a ser coser y cantar a pesar que la crisis y que la ineptitud del Gobierno para afrontarla se lo han puesto tan fácil como el mecanismo de un chupete.
Mientras el Gobierno o mejor dicho el Superministro, ven el modo de cómo sacarse de encima el dichoso faisán, en Castilla-León resulta que desde el 2006 reciben subvenciones para que animales, como la marsopa y el cachalote, dejen de ser vulnerables en su ecosistema. Supongo que se referirán a los que tengan en algún zoológico porque hasta donde la geografía nos dice en dicha Comunidad Autónoma no tienen salida al mar y todavía no se ha visto una ballena surcando por el Duero, al tiempo que todo se andará.
Entre los cetáceos surcando los mares de Castilla León regida por el PP; la gallinácea en el Consejo de Ministros; las “víboras”, “lobos” y algún que otro “cordero” suelto por el Congreso de los Diputados Noé lo tiene muy fácil para ir llenando su Arca.
Galiana